23.1.07

Con los pies pegados a tu espinilla

Un segundo sin ti...una eternidad.
Vanagloriarse de un futuro prometedor es el recurso de muchas gotas de agua que anhelan convertirse en nieve.
No sé donde me encuentro ni pienso en mirarme al espejo, no miro el reloj ni al cielo.
No sé si es de noche o de día.
Sé que llovió hace mucho tiempo y emergí de un charco entre ranas y renacuajos, iba directo a evaporarme en la bruma veraniega cuando apareció un cielo que me atrajo.
Ahora ando difuminado, comprimido, aislado en tu nube y sin ganas de gotear, tan sólo de llenarla y darle forma y que cuando tú quieras soplemos y vayamos allá donde las veletas no saben mirar.
Te añoro